El impuesto a la renta personal: "Un cascarón vacío"
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La propuesta del nuevo gobierno de crear la deducción por gastos personales elevando de 7 UIT a 14 UIT la deducción total convertiría el impuesto a la renta que pagan las personas en un verdadero cascarón vacío.Veamos algunas cifras. En nuestro país la recaudación del impuesto a la renta de las personas, pese a que ha crecido desde el año 2004, actualmente apenas alcanza un monto equivalente al 1.8% del valor de los bienes y servicios producidos (PBI). La reciente reforma tributaria que aplicó el actual gobierno (en la que se redujo la tasa mínima de 15% a 8% y se modificaron los tramos de pago) causó una menor recaudación, de alrededor de 0.2% del PBI.
Fuente: SUNAT-BCRP. Elaboración propia
Si comparamos la recaudación del impuesto a la renta de las personas con los países de la OECD (que agrupa a los países desarrollados), la diferencia es enorme: en el año 2013 estos países recaudaban en promedio un monto equivalente a 8.6% de su PBI, es decir casi 5 veces más.
Según el BID, "en los países latinoamericanos se desperdicia el potencial de recaudación del impuesto a la renta de las personas y no se aprovecha bien su potencial redistributivo". El estudio del BID "Recaudar no basta" ha analizado las razones de la baja tributación de la renta personal en América Latina, y ha identificado cuatro.
El primer factor: el diseño de las tasas y los tramos. Según este estudio, los ingresos mínimos exentos o gravados a tasa cero son más elevados en América Latina que en otras zonas del mundo. Así, en promedio en la región es necesario tener una renta de 1,4 veces el ingreso per cápita para empezar a pagar el impuesto. Para el BID: "el mínimo no imponible es una cifra no solo mucho más elevada que la que se aplica a los países desarrollados, sino que es mas del doble del promedio de la de los países de renta media". De acuerdo con el BID, en el Perú es necesario tener una renta de 1,69 veces el ingreso per cápita para empezar a pagar el impuesto. Esto nos ubica en el tercio superior de países con base tributaria más pequeña del impuesto a la renta personal, junto con Honduras, Nicaragua y República Dominicana, entre otros.
El segundo factor: las deducciones de determinados gastos personales (educativos, médicos, etc) a pesar que ya hay un mínimo exento o un tramo a tasa cero relativamente elevado que supuestamente cumple esa función.
El tercer factor: el tratamiento favorable que se concede a las rentas de capital, básicamente alquileres, dividendos y ganancias de capital. Cabe señalar que en el Perú el 85% de la recaudación proviene de las rentas del trabajo.
Finalmente, el cuarto factor pero no menos importante, es la evasión. Según el BID por cuenta de la evasión se pierde aproximadamente el 50% de la recaudación potencial, la cual es muy superior a la calculada para otros impuestos. En el caso del Perú lamentablemente no se mide periódicamente la evasión de este impuesto. Un estudio que realicé en el 2009 para CEPAL estimó que la evasión del impuesto a la renta personal en el año 2006 ascendía a 33 por ciento.
Nuestro país debería fijarse como objetivo el fortalecimiento gradual del impuesto a la renta personal. Este impuesto, si tiene tasas moderadas, pocos tramos y conserva deducciones simples (como el monto fijo que actualmente se utiliza) es eficiente y sobre todo contribuye a reducir la desigualdad.
Para fortalecer el impuesto a la renta personal es recomendable rediseñar los tramos y tasas, preservando la simplicidad pero al mismo tiempo asegurando la equidad. Así mismo es también recomendable racionalizar las deducciones (una deducción de 2 sueldos mínimos sería adecuada para ampliar la base) e incorporar todas las rentas de capital. Si nos fijamos como meta reducir la evasión de este impuesto a 20% en el próximo quinquenio podríamos llevar la recaudación a un primer peldaño entre 2.5% y 3% del PBI. Estos recursos adicionales podrían ser utilizados para ampliar el presupuesto de educación, por ejemplo.
La nueva reforma planteada, elevando de 7 a 14 UIT las ya generosas deducciones, no parece ir en la dirección correcta y podría costarle al Estado varios miles de millones de soles.
1/ El título se toma del título del capitulo del Libro del BID: Recaudar no basta
Si comparamos la recaudación del impuesto a la renta de las personas con los países de la OECD (que agrupa a los países desarrollados), la diferencia es enorme: en el año 2013 estos países recaudaban en promedio un monto equivalente a 8.6% de su PBI, es decir casi 5 veces más.
Según el BID, "en los países latinoamericanos se desperdicia el potencial de recaudación del impuesto a la renta de las personas y no se aprovecha bien su potencial redistributivo". El estudio del BID "Recaudar no basta" ha analizado las razones de la baja tributación de la renta personal en América Latina, y ha identificado cuatro.
El primer factor: el diseño de las tasas y los tramos. Según este estudio, los ingresos mínimos exentos o gravados a tasa cero son más elevados en América Latina que en otras zonas del mundo. Así, en promedio en la región es necesario tener una renta de 1,4 veces el ingreso per cápita para empezar a pagar el impuesto. Para el BID: "el mínimo no imponible es una cifra no solo mucho más elevada que la que se aplica a los países desarrollados, sino que es mas del doble del promedio de la de los países de renta media". De acuerdo con el BID, en el Perú es necesario tener una renta de 1,69 veces el ingreso per cápita para empezar a pagar el impuesto. Esto nos ubica en el tercio superior de países con base tributaria más pequeña del impuesto a la renta personal, junto con Honduras, Nicaragua y República Dominicana, entre otros.
El segundo factor: las deducciones de determinados gastos personales (educativos, médicos, etc) a pesar que ya hay un mínimo exento o un tramo a tasa cero relativamente elevado que supuestamente cumple esa función.
El tercer factor: el tratamiento favorable que se concede a las rentas de capital, básicamente alquileres, dividendos y ganancias de capital. Cabe señalar que en el Perú el 85% de la recaudación proviene de las rentas del trabajo.
Finalmente, el cuarto factor pero no menos importante, es la evasión. Según el BID por cuenta de la evasión se pierde aproximadamente el 50% de la recaudación potencial, la cual es muy superior a la calculada para otros impuestos. En el caso del Perú lamentablemente no se mide periódicamente la evasión de este impuesto. Un estudio que realicé en el 2009 para CEPAL estimó que la evasión del impuesto a la renta personal en el año 2006 ascendía a 33 por ciento.
Nuestro país debería fijarse como objetivo el fortalecimiento gradual del impuesto a la renta personal. Este impuesto, si tiene tasas moderadas, pocos tramos y conserva deducciones simples (como el monto fijo que actualmente se utiliza) es eficiente y sobre todo contribuye a reducir la desigualdad.
Para fortalecer el impuesto a la renta personal es recomendable rediseñar los tramos y tasas, preservando la simplicidad pero al mismo tiempo asegurando la equidad. Así mismo es también recomendable racionalizar las deducciones (una deducción de 2 sueldos mínimos sería adecuada para ampliar la base) e incorporar todas las rentas de capital. Si nos fijamos como meta reducir la evasión de este impuesto a 20% en el próximo quinquenio podríamos llevar la recaudación a un primer peldaño entre 2.5% y 3% del PBI. Estos recursos adicionales podrían ser utilizados para ampliar el presupuesto de educación, por ejemplo.
La nueva reforma planteada, elevando de 7 a 14 UIT las ya generosas deducciones, no parece ir en la dirección correcta y podría costarle al Estado varios miles de millones de soles.
1/ El título se toma del título del capitulo del Libro del BID: Recaudar no basta